Ella

Les contaré que me metí a clases de teatro a principios del semestre, con esperanza de no aburrirme tanto en la prepa (en ese entonces no pensé que pasarían las cosas que pasaron, ja). Debido a las clases de teatro, se reunieron muchos alumnos. La maestra de teatro estuvo arreando a la mayoría como si de vacas se tratara.

Ya dentro de el salón proporcionado fue momento de presentarnos ante el grupo. Yo estaba muy feliz escuchando música, cuando un amigo me zangoloteó el brazo diciéndome no sé que tanta bazofia. Yo traté de ahuyentarlo agitando la mano, como tratando de espantar a una mosca. Pues eso no fue suficiente para espantarlo y, tanta es la confianza que, me quitó los audífonos y me dijo güey, te va a tocar decir tu nombre y ni pinche idea de eso vas a tener por estar escuchando música. Cuando terminó de decirme eso me tocó decir mi nombre. Estaba viendo los al rededores y a la gente, así que lo dije sin mucho sentimiento.

Con ojo crítico estuve viendo durante muchos años las caras, emociones y reacciones de los participantes de ese retorcido experimento extraterrestre llamado “raza humana”, y ese día tocaba estudiar, más específicamente, a los que estaban reunidos ahí. Todos tenían caras de desconcierto, hambre, aburrimiento, ganas de ir al baño, ansia y cosas por el estilo. Me di cuenta de que, en medio de esa bola de primates subdesarrollados, estaba ella… Aún no la conocía, pero me di cuenta de que ella tiene algo especial.

Desde entonces ella se metió en mi cabeza, en mis pensamientos y no la podía sacar de ahí .

No sabía porque, digo, es cierto que es muy guapa pero ¿tan guapa como para que no pudiera dejar de pensar en ella? No… debía ser otra cosa…

Quería saber que era esa “otra cosa”, así que me propuse conocerla más a fondo, saber cuál es su forma de pensar y ver las cosas y el mundo, su forma de ser con la gente y con ella misma, sus gustos musicales y demás información. Descubrí eso y más. Resulta que ella es una tipa muy buena onda, con una forma de ver las cosas muy molona, ella ve el mundo y a las personas como yo lo hago (lo cual mola), gustos musicales que son comparables con los míos (de todas las mujeres que he conocido… la pondría en el nº 2 de mejores gustos musicales), una espiritualidad que no había visto en otra persona de esa edad (sin contarme a mi [que, de todos modos, no tengo su edad]), ella tiene buena autoestima (así que no anda con emosidades y puedo bromear a gusto con ella) y, en resumen, mi tipo de mujer ideal (sí, contando su físico también) osea que me gusta.

Pero después de unas semanas muy molonas con ella, no recuerdo porque pero, dejamos de hablarnos. Ella ya no estaba a mi lado… creo que fue entonces que me di cuenta que sentía algo más por ella, pero ¿qué podía ser? ¿acaso estaba yo enamorado? Jajaja, no lo creo. Tenía que ser otra cosa, pero ¿qué cosa?

Dejando esos pensamientos perturbadores a un lado decidí, a finales de semestre, tratar de hablarle de nuevo, pero parecía que la veía únicamente cuando estaba ocupada (o eso aparentaba) por lo que sólo le pude sacar hola’s y adiós’s. Fue entonces cuando una de mis tres conciencias me dijó Duh! porque recordé que tenía su celular y su i-meil, así que trate de volver a estar en contacto con ella por esos dos medios de comunicación (claro que me puse mis límites [me caga la gente que te manda mensajes a lo estúpido o te habla por el mézinller como queriéndote contar su vida cuando el mundo esta por acabarse, así que no me convertiría en uno de ellos])

Después de unas semanas sin resultados convincentes, conseguí hablar molonamente por mézinller con ella y mensajearnos de vez en cuando. En la escuela platicamos de temas poco o nada profundos entre clases (en receso no, porque me pierdo para no ver gente)

Pero lo extraño no es eso, lo extraño es que cuando la veo sin saber que voy a verla, siento esta cosa en el estómago… esta cosa rara… como si tuviera cositas que volaran dentro de mi panza ¿me entienden? Raro… (siento lo mismo cuando me llega un sms de ella sin esperarlo). A veces me descubro pensando en ella. Otras veces ni me acuerdo de ella, pero cuando me cruza por la cabeza no puedo pensar en otra cosa. Cuando estoy lejos de ella, la extraño… de acuerdo, no sólo cuando estoy lejos de ella (de hecho, no puedo esperar más a volver a la civilización para verla). Primero pensé que estaba obsesionado, pero he visto casos de obsesión con mujeres y estoy casi seguro de que no es mi caso (y ya he estado obsesionado con algo y es… diferente), además me daría cuenta, digo, eso no es algo de lo que no te percates por tanto tiempo ¿no? Después pensé que sería otro tipo de obsesión, pero ¿en serio existe más de un tipo? Claro que hay niveles, pero son eso mismo, niveles; más de un tipo dudo que haya. Debido a estas dudas hablé de esto con varios amigos y amigas (con mis padres no, ya que lo considero como un tema sin importancia para hablar con ellos) y todos me dicen lo mismo… bueno, los hombres me dicen: pendejo, ‘tas enamorado. Luego presentas a la afortunada, pinche loco. (sí, también eso me dijeron [con otras palabras] los que me dicen antisocial, sociópata y misantrópo) y las mujeres me dicen: ¡Aaaayyy! ¡Qué bonito! Estas enamorado…. Yo ya había llegado esa conclusión y, asimismo la había descartado. Necesito una respuesta sólida, científica y convincente. Estoy confundido al respecto. No estoy seguro de lo que siento o pienso sobre ella… Estoy… desesperado, por decirlo de alguna forma, así que acudo a ustedes, mis sabios lectores

¿Creen que estoy enamorado? ¿O es algún truco mental del cual no me he dado cuenta?

[Espacio de reflexión]

Bueno, creo que muchos de ustedes (para mi 3 es mucho y son como 3 lectores recurrentes, ¿no?) se estarán preguntando ¿Quién es ella? Así que les digo ¿Qué quién es ella? Pues imagínense a esa persona que les gusta. Esa persona que los tiene confundidos. Esa persona con la que a veces quieren estar todo el tiempo, y a veces no la quieren ni ver. Esa persona que hace que se sientan muy bien o muy jodidos. Esa persona de la que a veces se sienten enamorados y a veces sienten que la odian. Esa persona que hace que no puedan esperar ni un poco más para verla. Esa persona a la que a veces pueden hablarle como si nada y a veces los nervios hacen que no puedan ni siquiera verla a los ojos. Esa persona en la que a veces piensan sin darse cuenta. Esa persona que a veces sienten que hace temblar su mundo y a veces no lo mueve ni un poquito. Esa persona sobre la que a veces piensan como sería su vida con ella como pareja. Esa persona que a veces parece imposible de conseguir y a veces parece que está al alcance de su mano. Esa persona sobre la cual puede que le cuenten a sus amigos o puede que no. Esa persona que a veces parece perfecta y a veces tiene muchos defectos. Esa persona que hace que se den cuenta de que sus defectos son algo con lo que pueden vivir y valdría la pena, y mucho. Esa persona a quien le quieren decir lo que sienten, pero a la hora de la hora piensan algo como ¿Y si no siente lo mismo que yo? O tal vez como No quiero arruinar nuestra amistad, mejor no le digo nada. Esa persona a la que están dispuestos a decirle lo que sienten, valiéndoles madres lo demás… o tal vez no.

Pues así es ella. Es esa persona para mi…

Y ¿saben qué? Me doy cuenta de que tengo solamente 15 años (físicamente, al menos) y que tengo toda una vida por delante, y que no puedo estar pensando por tanto tiempo si decirle eso a esa persona (no es edad para eso. No aún).

Otra cosa, en El Post Después Del Que Sigue voy a contarles como me fue. O tal vez sea hasta que regresemos a clases… El punto es que lo haré. Y les diré a mis amigos que lo haré (así el miedo a quedar como pendejo me proporcionará ese empujoncito necesario) Y… y… y ¡ya no me voy a miar!

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Cambio y Fuera
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