I'm Back (from the past)!!

Así como lo leen: ¡estoy de vuelta! No tienen de que preocuparse, estoy sano y salvo.
Y tienen razón: pueblo que dios olvida, con el diablo tiene vida. Mientras estuve por aquellos lares

• Baile con sombras (que me recordaban macabramente a unos payasos malvados)
• Dejé sin mangos un árbol de mangos
• Y también uno de limón
• … y una bolsa de 1 kg de sal
• Nadaba (más bien me hacía baboso) 2 horas al día
• Evité ver tele
• y usar computadoras
• Presencie la boda de mi prima
• y también la muerte de una vaca (incluyendo como la destripaban…)
• Escribí mi propia teoría de la Conspiración

Y muchas otras cosas que contaré en capítulos, por lo que podremos decir que este es el prólogo de un mini-libro. Dejen de contar el dinero, no lo mandaré a imprimir, lo escribiré aquí. 

Tengo una mejor idea: en lugar de escribir como el escribidor egocéntrico  que no soy, escribiré el primer capítulo…

Capítulo I

 El viaje que nadie imaginó

  Y ahí estaba DvD, tratando de arreglar su PC. El guapo, carismático e inteligente joven tiene una página de internet, un blog siendo más específicos. Había sido un poco difícil escribir ahí desde que falleció Keiko (nombre que le puso a la PC) así que estaba determinado a arreglarla… solo que había un problema ¿Como podía arreglar algo que no se podía ver? Fácil, mojando la máquina… Claro que eso sí no paso por la mente de el joven genio, era obvio que sólo había que resetear la computadora desde dentro. 

  Después de varios intentos, la máquina prendió sin problemas pero entonces surgió otro inconveniente: la pantalla no servia.

  —Carajo… ¿Por qué cada que trato de arreglar algo, le jodo otra parte?— Se preguntó el muchacho, al tiempo que se levantaba— Creo que un vaso de agua me caerá bien—Decidió.

  Después de ingerir el liquido vital, algo vibró en el bolsillo derecho de DvD. Debía ser una llamada, así que contestó.

  —¿Bueno? Ah, mamá ¿qué pasa? Oh, ya veo. No, yo tampoco sabía que los gatos toleraban la ropa, ¿qué?, ¿mi maleta para qué? Así que iremos tan pronto… No, no, no me malentiendas, sabes que me encanta ir. Sí, llevare “ropa adecuada” para la boda… Ok, adiós.

  Justo cuando colgó, empezó a imaginar el clima y los animales que hay en esa época del año, y con esa información eligió la ropa que llevaría. 

  Se puede decir que el humanito DvD es modesto y simple, pero no lo es (aunque ha tratado varias veces de serlo). 

  —Esta vez iré con poca ropa— Afirmó DvD, y empacó soló una mochila pequeña con los 3 elementales: 3 boxers, 3 playeras y 3 shorts.

  ***

  Unas pocas horas después de que DvD terminara de empacar llegó su madre junto con su prima (quién sólo se quedaría el el estado por unas semanas). Las mujeres subieron e hicieron sus maletas al tiempo que gritaban ¡Ya vámonos! Salimos a las 7:00 y empezaron a bajar las maletas.

  DvD fue llamando al taxi, a pesar de que odia hablar por teléfono. Al colgar, revisó que tuviera algo más importante que sus boxers mismos: su PSP®. Pero claro que lo traía, no iba a ningún lado sin su Paulina, como la había nombrado. Poco tiempo después el taxi pudo ver la fachada de la casa y los 3 humanos salieron con más maletas de las que el taxi podía soportar. 

  —Claro que sí cabe, mi seño— Dijo, dudoso, el taxista.

***

  —Tú vete a sentar a la sala de espera, que te compré boleto de niño— Dijo la señora mamá de DvD, pensando que su hijo de 1.76 m no parecía un infante.

  Ya más tarde, subieron al camión y se acomodaron en sus respectivos lugares. El camión era uno pequeño y agobiante, los 3 individuos se cansaron con la sola idea de que pasarían 12 horas en ese camioncito. Dicho camión tenía baño, pero nadie en sus 5 sentidos lo utilizaría…

  —Hey, te preso mi emepétres— Dijo DvD a su prima, tratando de no pensar en el asqueroso baño.

  —¿Que canciones tienes?—

  —Ya lo verás.—

  Unos minutos después DvD tenía su emepétres de nuevo en su mano, ya que “esa madre cambia de canción a los 16 pinches segundos”, según las palabras de su prima.

  Ya entrada la noche, la prima de DvD (a quién llamaremos Pelodehongo) se fue a otro asiento y se acomodo y, al verla irse, que DvD hizo lo suyo y durmió.

  ¡SPLASH! Así sonó cuando la cabeza del señorito DvD se estampó contra la ventana. Desde ese momento (3:24 am) no pudo dormir más. Era increíble que tuviera que pasar otras 4 horas ahí.

Continuará en el siguiente capítulo que no se cuándo postearé…